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Financiar moto

Cantidad a elegir
€   100
€ 50
€ 600

Duración del crédito

Cantidad solicitada 100 Gastos de gestión 0,58
Importe a devolver
Fecha de vencimiento 01-01-0000 T.A.E. 15%
Ejemplo T.A.E.

Tanto si eres un fanático de las motos, como si las empleas como medio de transporte habitual para moverte, estarás interesado en las opciones disponibles a la hora de financiar una moto. En este blog hemos hablado en muchas ocasiones de las distintas posibilidades de financiación para emprendedores, en la compra de electrodomésticos o en materiales escolares. En este caso, vamos a centrarnos en analizar los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de comprar un vehículo de este tipo y de cómo financiarlo.

financiar moto

¿Mejor en moto?

Dentro del presupuesto familiar, una de las principales partidas es la destinada a sufragar el transporte. En ocasiones, este gasto se sobredimensionar debido a un deficiente estudio previo de nuestras necesidades, repercutiendo negativamente en nuestra capacidad de ahorro.

El mejor ejemplo lo tenemos en esos coches diésel de elevado consumo y gama superior a los que hacemos pocos kilómetros al año. En un contexto económico en el que el ahorro se ha convertido en una obligación para casi todos, disponer de un coche de estas características es un auténtico lujo.

A la hora de decantarnos por una opción u otra son varios los factores que debemos analizar:

  • ¿La ciudad en la que voy a conducir tiene una alta densidad de tráfico y atascos?
  • ¿La distancia que voy a recorrer diariamente no es muy elevada?
  • ¿No llevas a más personas en tu vehículo de manera habitual?

Si la respuesta a estas preguntas es positiva, deberás considerar el disponer de una moto. Conseguirás reducir el tiempo que dedicas a desplazarte y ganarás en movilidad. Además, los gastos asociados como el aparcamiento, los seguros o impuesto de matriculación te ayudarán a animarte.

¿Cómo financiar una moto?

Hay motos para todos los usos y situaciones. En este caso, vamos a ceñirnos a las características de una moto para la ciudad: las clásicas scooters, las reinas del asfalto. Las cifras hablan por sí mismas, 67 de cada 100 motos vendidas corresponden a este modelo. Su éxito estriba en su precio, su bajo consumo y su maniobrabilidad en ciudad; y, por supuesto, el hecho de poder ser conducidas sin el carné específico para motos de mayor cilindrada, con el carné B, podemos llevar una de 125 cc.

Vamos a estipular un precio medio para estas motos de 1800 €, con este importe podemos acceder a un gran número de modelos y opciones. No supone un gran desembolso si lo comparamos con un coche (de cualquier tipo) pero, incluso así, significa un gasto que, en casos de escasez de liquidez deberemos plantearnos alternativas para financiar una moto.

Los primero que debemos hacer es analizar las opciones disponibles que hay en mercado. Podemos optar por los préstamos que nos proporcionarán las financieras vinculadas al concesionario, u optar por tradicional préstamo personal concedido por una entidad bancaria.

En el primer caso, encontraremos, que la mayoría de fabricantes disponen de sus propias financieras las cuales suelen ofrecer cuotas mensuales ajustables y financiación de hasta el 100% de la moto. Los intereses que ofrecen las financieras suelen ser intereses fijos y el plazo máximo de amortización puede llegar a los 60 meses.

En el grupo de préstamos concedidos por entidades financieras existen préstamos concedidos para esta finalidad, los préstamos personales y los créditos rápidos. A esta última modalidad pertenecen los minicréditos, la opción financiera ofrecida por Cashper, cuya cuantía no sufraga la compra completa, pero si buena parte de ella, hasta 600 euros. Su concesión casi inmediata permite al comprador disponer del dinero en unos minutos, con lo que puede desde amortizar un tercio del precio de la moto o ayudar a pagar algunas de sus cuotas. Debido al pequeño importe del préstamo, es complicado encontrar alguno que supere los cinco años. Lo más habitual es que se establezca un plazo máximo de amortización de entre los 48 y los 60 meses.

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