Que los jubilados se hayan convertido en el sostén de la economía familiar en miles de hogares españoles es una realidad que ya no sorprende a nadie. La seguridad de disponer de una renta fija ha traído de vuelta al hogar paterno a muchos jóvenes (y no tan jóvenes), que, acompañados en ocasiones de toda su familia, se refugia en esa pensión como único sustento.
La generalizada precariedad laboral y la bajada de la renta media convierte a cualquier beneficiario de una pensión en un potencial cliente de productos crediticios dada su elevada solvencia: ingreso asegurado y sin cargas hipotecarias.
Es por ello que, a pesar de que las condiciones para acceder a créditos a largo plazo se enduerecen en el caso de las personas mayores debido a su avanzada edad, son los clientes idóneos para los préstamos a corto plazo. Te contamos qué préstamos puedes solicitar y los trámites necesarios.
¿Qué requisitos necesita un jubilado para obtener un préstamo?
Al igual que ocurre en el proceso de solicitud de cualquier otro producto crediticio, el principal requerimiento de la entidad prestataria es el nivel solvente del solicitante, su capacidad económica real para devolver el importe del préstamo en el plazo estipulado. Como ya hemos comentado, en el caso de las personas jubiladas, su edad es un factor que determina las condiciones del préstamo. Así, además de la documentación habitual como la copia del DNI, la última declaración de la renta y los últimos recibos de la pensión, las entidades financieras tendrán en cuenta la siguiente información a la hora de otorgar el préstamo
Préstamos para prejubilados
En el caso de préstamos para prejubilados, puede ser obligatoria la contratación de un seguro de vida y de amortización: un prejubilado tendría además la opción de contratar un seguro de vida, hasta una edad máxima de 64 años, con lo que garantizar el capital del préstamo a favor del banco en caso de siniestro o fallecimiento. En estos casos el seguro de amortización sería sustitutivo del seguro de vida. Dos datos importantes que tener presentes:
- La contratación de ambos seguros es incompatible, ya que cubren la misma contingencia, siempre que al vencimiento del préstamo no se superen los 65 años.
- El seguro de vida solo cubre hasta la edad límite de 65 años, mientras que el seguro de amortización tiene una edad límite de cobertura de fallecimiento de 70 años.
Préstamos para jubilados menores de 75 años
Este perfil de solicitante puede encontrar préstamos personales a su favor hasta la fecha en que el vencimiento del préstamo su edad máxima no supere los 75 años.
Préstamos para mayores de 75 años
Si se es mayor de 75 años o se supera esa edad a la fecha de vencimiento de la financiación se le pedirá un avalista, normalmente los hijos, aunque podría ser cualquier otra persona de menor edad sea o no familiar, aunque lo lógico es el aval de los hijos, futuros herederos. Información que tener presente:
- Algunos bancos que reducen este factor a los 69 o 70 años de edad a vencimiento del préstamo.
- Necesidad de avalista. Si como decíamos al vencimiento del préstamo supera la edad de 75 años o la pensión es muy justa, es necesario un avalista. Otras entidades bancarias lo fijan por importe, y si la solicitud supera por ejemplo los 6000 euros exigen avalista.
Por último comentaremos que el límite máximo de préstamo en garantía personal son entre 25 y 30 mil o hasta 50 y 60 mil euros según la entidad bancaria.
Los minicréditos para jubilados
Como acabamos de comprobar, la edad es un importante condicionante de los préstamos personales para jubilados, dado que endurece sus condiciones ya que acorta el plazo de amortización.
Un producto financiero apropiado para este segmento de la población son los , préstamos personales de pequeño importe, hasta 500 euros, y un corto plazo de amortización, no superior a 30 días. Este tipo de producto financiero sirve para cubrir puntuales necesidades de liquidez derivadas de gastos imprevistos o facturas de alto importe o eventualidades de este tipo. Así, se convierte en un producto rápido y sencillo que puede emplearse sin repercutir en la solvencia económica del solicitante.
La sencillez y simplificación del producto es otra de las razones de su fulgurante éxito. La facilidad del trámite de su contratación y la claridad de sus características convierte a los minicréditos de empresas financieras de contrastada reputación, como Cashper, en referentes en el ámbito de los minipréstamos. No existen comisiones inesperadas o cláusulas ocultas, el importe de la devolución que se indica en el momento de la solicitud es invariable, con lo que el cliente tiene la certeza desde el primer segundo de que la cantidad total que debe devolver no experimentará ninguna modificación durante la duración del préstamo.
Los minicréditos son el producto idóneo para superar pequeños baches en la economía doméstica. Si está jubilado y necesitas dinero rápido, este es un producto financiero que debes tener en consideración.
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