En los últimos años estamos asistiendo al definitivo asentamiento del comercio electrónico (también llamado e-commerce) como una manera rápida, cómoda y más barata de hacer nuestras compras. Las ventajas de comprar por internet se ha tornado fundamentales para sacar a flote algunas empresas tradicionales y para lanzar las startup, pequeñas compañías principalmente tecnológicas que han nacido al calor del mercado electrónico.
Factores de éxito en el comercio electrónico
Son varias las razones que han impulsado que esta forma de compra se haya instalado en nuestras vidas con tanto éxito. Algunas de ellas llevan algunos años cocinándose, pero es ahora cuando coinciden todos los ingredientes necesarios para que la receta funcione:
- Conciencia digital. La continua presencia del mundo digital en nuestra cotidianidad conlleva que estemos “siempre conectados”. Esta accesibilidad es uno de los factores más importantes para el comercio electrónico.
La proliferación de dispositivos móviles ha hecho que cada vez sea más fácil y cómodo el acceso a la red desde cualquier ámbito, ya sea laboral o doméstico. El entorno de las compras también se ha visto mejorado gracias a la difusión de las app (aplicaciones móviles) que facilitan la transacción mediante interfaces adaptadas a los distintos dispositivos.
- Facilidades en la distribución. Las comodidades implementadas en el proceso de solicitud tienen una correspondencia con las mejoras en los sistemas de distribución de los artículos y servicios adquiridos. La integración de métodos de validación de cupones en las páginas webs para activar el servicio comprado y la alta eficiencia de las empresas de mensajería en el caso de la adquisición de artículos físicos, mejoran la confianza que tienen los cliente en el proceso de compra.
- El pago seguro en internet. Atrás quedan los tiempos en los que introducir un número de cuenta en la red suponía un alto riesgo de estafa para el comprador. Las encriptaciones seguras de las páginas webs “https”, los controles de seguridad de las plataformas de pago o las cuentas bancarias virtuales como paypal aseguran una altísima fiabilidad en el manejo de los datos de facturación de los compradores online.
- La interactuación de la web 2.0. Las páginas web especializadas en la valoración de comercios y los comentarios generados en las redes sociales, mejora la confianza de los clientes y les anima a comprar el producto “intangible”. Este contenido es generado por los propios usuarios que ensalzan o penalizan en función de sus experiencias como consumidores, generando así una reputación digital para el comercio que vende sus productos en red.
En esta misma línea se encuentra la presencia la de las empresas en las redes sociales. Una correcta comunicación digital corporativa genera altas dosis de confianza y cercanía en los clientes y mayores porcentajes de conversión en las visitas a sus páginas web.
- El precio. La compra online es, en muchas ocasiones, más económica que la realizada en una tienda física. El ahorro en el mantenimiento del establecimiento, los intermediarios, el almacenaje de stock y la contratación de personal está directamente relacionado con este ahorro.
Cifras del comercio electrónico en España
Las cifras vinculadas a las cifras de comercio electrónico en España presentan un panorama muy alentador en el periodo 2012. Extrayendo los datos de este articulo de la web Baquia actualmente el 31% de las compras de particulares que se realizan en nuestro país son electrónicas, lo que supone un crecimiento superior al 16% respecto al año anterior.
Es muy significativo que comprobar qué productos y servicios son los más demandados en la red. Sobre el total de internautas que compran terminados productos por internet, destacan las compras relacionadas con vacaciones y viajes (55%), los servicios financieros (49%), la compra de entradas para espectáculos y entretenimiento (40%) y la ropa y material deportivo (33%).
Como vemos, las transacciones financieras suponen un alto porcentaje de los productos comprados y gestionados por internet. Esta cifra está sustentada, en buena medida, por el auge que han tenido en los últimos años las empresas de prestación de créditos a corto plazo, como Cashper.es y su servicio de mini préstamos online. La integración del servicio de prestación de dinero rápido como otro producto digital más es una realidad y permite a los consumidores acceder desde la red a la financiación necesaria para realizar sus compras por internet.
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